Para viajar sola embarazada hay que tener lo mismo que para viajar sola, determinación y ganas de hacerlo, pero la realidad es que si ya hay relativamente pocas mujeres que digan que viajan solas, si lo llevamos a mujeres embarazadas dice una amiga mía que debe haber dos, otra loca y yo.
El caso es que desde Minube me contactaron para que fuera Descubridora de las Rias Baixas gallegas en mi cuarto y quinto mes de embarazo. Y era difícil para mí decir que no a un viaje así y la oportunidad de colaborar con ellos, que tantos consejos útiles me dan durante mis viajes, así que me lancé.
Estas escapadas me han hecho reflexionar sobre viajar sola embarazada, cosa que ya hice en mis embarazos anteriores.
Hoy en día estar embarazada es un estado más de la vida, con ciertas particularidades y cuidados necesarios, pero yo mantengo mi ritmo de trabajo, actividad, cuidados a mis hijas, y también los viajes.
Si puedo trabajar, que es mucho más estresante sin duda, claro que puedo viajar. Y viajar sola también.
No soy una persona miedosa y siempre me ha acompañado la certeza de que todo va a ir bien al final, y que si no va bien, es que no es el final. Creo que cualquier problema puede encontrarte donde te escondas si te ha tocado pasarlo, así que mejor no estar quieta y que le cueste encontrarte 😉
En el primer trimestre de este embarazo he sido más prudente y he intentado bajar el ritmo, por las molestias físicas que sentía, de vómitos y cansancio principalmente. Pero una vez pasada esa primera fase, cuando recuperas gran parte de tu energía, es momento de poder retomar los viajes, al menos hasta los 7 meses, en los que ya no te permiten volar las compañías aéreas (aunque yo siempre he fantaseado con dar a luz en un vuelo y comprobar esa leyenda que hay de que entonces el niño tiene todos los vuelos de su vida pagados por dicha compañía, sería increíble! Pero eso ya es un pensamiento loco mío sin más) Todo esto siempre que se trate de un embarazo sin riesgos, claro está.
Lo primero que os aconsejaría si un día viajáis solas embarazadas es ir con tiempo al aeropuerto, las distancias en las terminales pueden ser horribles si vas con prisa y embarazada. En Madrid, si vais a la terminal 2 y vais a ir en metro, os aconsejo adelantar e ir a los controles de la T3, mucho más cercanos y donde no hay nadie nunca y están al lado de las puertas de embarque de la T2.
Pasando los controles de equipaje no he encontrado nunca mucha ayuda, excepto en Cuba donde las embarazadas son cuidadas y mimadas de manera admirable. Así que, si no podéis con algo, decidlo, porque por mucho que se os note la barriga no hay mucha gente que te ayude sin pedirlo. Y ya sabéis que embarazadas no conviene coger peso (aunque a mí siempre me han obligado a hacerlo las circunstancias y ser madre sola).
Por contra, embarcareis de manera prioritaria si lo pedís, nadie os irá a buscar al asiento pero si os acercáis a embarcar no os lo negarán, estar de pie mucho tiempo esperando embarazada no es una buena idea si se puede evitar. En caso de retrasos también debéis poner en conocimiento del personal de la compañía vuestro estado, para al menos no tener que esperar colas.
En los vuelos largos que hice sola embarazada, a Cuba principalmente, solía dormirme al momento y a veces durante todo el vuelo. Porque otra ventaja del embarazo es que tienes dentro un horno y un lirón a la vez. Pero en vuelos cortos no he tenido nunca ningún problema, más allá de necesitar pasear un poco.
Lo que si me pasó embarazada de 7 meses (bordeando la línea siempre) es despertarme en Madrid con los pies de un trol en vez de los míos!!! Si alguna vez habéis estado embarazadas sabéis lo que os digo, pero yo me horroricé en su momento.
En cuanto a medidas de seguridad, os aconsejo un seguro médico si viajáis fuera de España. Aunque si tenéis seguro privado (adeslas, sanitas…) os cubrirá sin problema en un viaje al extranjero también. Obviamente es algo en lo que hay que pensar para estar prevenida, pero no obsesionarse con ello. En este viaje por las Rias Baixas no vais a necesitar nada en especial en ese sentido, así que no hay de qué preocuparse si os animáis a venir. Pero también es importante tener un plan si algo se tuerce.
Tampoco haciendo la maleta he tenido nunca un cuidado especial por estar embarazada, más allá de cremas para la piel y las vitaminas del embarazo. Obvio decir que busquéis calzado y ropa cómoda porque sé que lo sabéis y eso ya lo haríais viajando habitualmente 😉
Una de las cosas que suceden cuando viajas embarazada es que la gente te sonríe más, cuando empiezas a tener tripita suele pasar, pero cuando estás fuera de tu entorno y además sola se agradecen esos gestos. Los gallegos son especialmente sensibles a este estado, las señoras mayores han hablado conmigo con la excusa de mi barriguita y han sido maravillosas con sus consejos.
La parte emocional de viajar así supongo que depende de las circunstancias de cada una, su ánimo y la capacidad de ver el lado positivo de las cosas. Hoy en día es muy común afrontar la maternidad en solitario, por las razones que sean, que no entro a valorar ahora. Y si alguna ha decidido ser mamá sola, que sepa que se puede perfectamente hacer lo mismo de siempre, si es un embarazo en salud. No tengáis miedo, vuestro hij@ os dará toda la fuerza que vayáis a necesitar, aunque a veces parezca que no se puede, siempre se puede.
A mí realmente me ayuda de la misma manera que si no lo estuviera, a mirar mi vida de lejos, sentirme afortunada por lo que tengo y valorar mucho el poder hacerlo. Valoro más aún tener salud y ganas de que la curiosidad por el mundo siga alimentándome.
Creo que cuando vas a ser madre se produce un proceso curioso dentro de ti, de reflexionar sobre qué tipo de persona eres, qué valores quieres transmitir a tu hijo, qué tipo de educación quieres dar… por eso escribo siempre en los aviones en los cuadernos de embarazo de mis hijos. Creo que será un bonito regalo para ellos un día, contarles lo que les pensaba en un vuelo mientras esperaba que llegaran y preparaba mi vida para hacerlo lo mejor posible. Viajando sola tienes mucho tiempo para esas reflexiones tan necesarias. Ser madre no debe ser una excusa ni un handicap para seguir siendo tú misma y haciendo lo que te gusta.
Ya hemos dicho muchas veces que conocer nuevos lugares viajando solo reduce el estrés y la ansiedad, da más seguridad y es una gran oportunidad para relacionarse con los demás.
No sé si alguna pensará que es triste viajar sola embarazada o algo así, porque si piensa eso no debería seguir leyendo sobre viajar sola ni este blog seguramente, lo que debería hacer es probarlo y quitar ideas limitantes de la cabecita.
Viajar sola embarazada te provoca los mismos efectos positivos que sin estarlo, más una cierta educación transmitida desde la barriga a tu hijo, de que el mundo es un lugar increíble a descubrir. El gen viajero se hereda ejercitándolo y el mundo no es un necesariamente un lugar hostil, tampoco embarazada.
Yo creo que la aventura no está negada con la prudencia y que puede estar a la vuelta de la esquina, así que me preparé a conocer cosas nuevas, comer increíblemente en las Rias Baixas (cuidado con el peso embarazada, eso si…) y seguir creciendo, a lo ancho y a lo alto. Porque los viajes te hacen más grande. Y el embarazo también 😉
Pocas cosas me dan mayor sensación de libertad que una carretera desierta a través de acantilados o bosques. Con Minube he tenido la posibilidad de descubrir esta zona de Rias Baixas a mi aire, sola y descubriendo sitios nuevos, con sus consejos como guía que acompaña y te enseña lugares impresionantes, tanto de mar como de montaña, y después restaurantes donde tener los antojos que te dé la gana.
En la página de Minube y en la de Turismo Rias Baixas os podéis informar de todo lo que necesitéis saber, las fiestas que hay en esos días, los lugares más escondidos, leyendas celtas increíbles y una de las mejores gastronomías del mundo.
Me podéis encontrar en Minube en este enlace, por si os apetece descubrir conmigo el mundo. Embarazadas o no, viajad!