Por Farners Martin
En agosto de 2015 decidí cambiar por completo el rumbo de mi vida. Llevaba meses dándole vueltas a toda mi vida, el camino que esta tenía. Por aquél entonces, tenía trabajo, pareja, piso… pero no estaba haciendo lo que mi interior me dictaba, tenía sed de conocer el mundo, aunque lo veía muy difícil.
Hasta que un buen día, pensé que si el rumbo de mi vida no me gustaba, la única persona que podía cambiarlo era yo, así que me puse manos a la obra. No sabía ni cómo ni por dónde empezar, tenía miedo, dudas e incluso pensaba que no sería capaz. No es fácil dejarlo todo atrás para cumplir un sueño pero, ¿quién dijo que en la vida hay algo fácil?
Hablé con la que era mi pareja y mi jefa y les dije que no podía seguir sin hacerle caso a mi brújula interior, quería ver el mundo.
En pocas semanas compré mi pasaje de Barcelona a Bangkok. En aquél momento me inundaron mil emociones… alegría, tristeza, dudas… una mezcla muy rara. No tenía ni idea de lo que se me venía encima.
Llegué a mi destino sin planes fijos, quería dejarme llevar por las situaciones que me iría encontrando, y así lo hice.
Visité varios países del Sudeste Asiático y luego me fui a América Latina. Fueron unos meses increíbles, los mejores de toda mi vida. Un buen amigo que me encontré en mi camino me dijo: “a vos te picó el bicho de viajar”. No sabía la magnitud de aquella frase, pero ahora sé que tenía razón, que encontré mi pasión en conocer el mundo y puedo decir con certeza que tenía razón.
No puedo estar más contenta de la decisión que tomé, aun teniendo tanto miedo. Sólo tenemos una vida, y hay que aprovechar cada minuto que tenemos. Hay un mundo ahí fuera esperándome y no pienso perdérmelo. Quiero seguir viajando y mantenerme en ruta por el tiempo que pueda.
Gracias a todos los que os habéis cruzado en mi camino y me habéis hecho crecer como persona.
¡Deseo encontraros algún día en mi camino! Buenas rutas
Farners
Viajo sola 