Día 8: Cuidarse más es la típica cosa que está en todas las listas de propósitos, y ahora que empieza septiembre, que es como el comienzo real del año, estaba en la mía. Pero estoy cansada de postergarme a mi y poner siempre primero al resto; así que no espero a septiembre, ya he empezado. Hoy en Ubud me estoy cuidando básicamente.
Desayuné bien, fui a una clase de yoga increíble, en el Yoga Barn (que ya podía haber un sitio así en Madrid, yoguis incluidos..), me tomé un coco y escribí para el libro de Viajo sola, no quiero que ese propósito se despiste tampoco en la lista de cosas para hacer.
En Bali dicen que el universo es dual, Sekala niskala, «lo visible y lo invisible». Se trata de un término balinés que se basa en que el mundo físico está penetrado por un mundo espiritual. Es un universo dual, de polos cambiantes: el bien y el mal. Los balineses creen que los seres humanos pueden mantener en equilibrio a los espíritus buenos y malos por medio de ofrendas. Esto del bien y del mal me ronda por una cuestión. Sé que hay a quien le gusta e incluso le ayuda mi Diario de viaje, pero está el mal; que no descansa, y no le vale con no leer.
Estos días me expongo tanto con mi viaje sola, principalmente porque muchas mujeres necesitan ver que no pasa nada y lanzarse, por eso este proyecto tiene sentido; porque nos empujamos unas a otras con experiencias positivas sobre viajar sola. Que no te vas a aburrir (aunque estés sola) pero tampoco vas a hacer las mismas cosas que acompañada, no va a ser fácil siempre pero no te va a pasar nada, vas a estar bien. Seguro!
Además, el proyecto nació como una idea de libro sobre viajar sola, estos diarios de viajes y sus fotografías forman parte de ese trabajo. Llevo demasiados días sola y me han minado algunos juicios gratuitos. El otro día hice la cuenta, llevo 24 horas al día durante 8 días seguidos, son 192 horas sola. Es bastante y, aunque me esté gustando, ya es lo suficientemente complicado para añadir nada más.
Si conocéis mujeres que viajen solas, no les amarguéis el viaje, están haciendo algo muy difícil para ellas y sólo necesitan apoyo. Nada más.
Por contra, están las cosas buenas, el Bien, hace unos días una amiga me regaló un término que me encanta. Sororidad. Suena bonita ya sólo la palabra. Es la solidaridad entre mujeres. Esa que tanto bien nos hace cuando se da y que ha marcado mi último año sobre todo; cuando más lo he necesitado. El apoyo y empuje que unas podemos dar a otras, ese es el espíritu de Viajo sola.
Tenemos que generar muchos ejemplos positivos de mujer, los medios no lanzan demasiados. A veces la educación recibida tampoco.
Me encantan las sinergías que se crean en esta página, por ejemplo, muestras de generosidad y de ayuda, de empuje a quien no sabe si podría con un viaje sola y otras la animan. Es genial leeros cuando pasa eso.
Ah! Que sigo de viaje, si. Haciendo mil cosas, entre otras colarme en una pelea de gallos a hacer fotos (horrible y más siendo la única mujer, occidental y con una cámara), yoga, callejear por Ubud, hacer fotos, nadar, masajes, escribir… Disfruto mucho de los días pero me empiezan a pesar las noches, oscurece a las 6 de la tarde y ya no me motiva mucho salir a cenar sola, aunque hoy me fui a tomar algo a un sitio con música en directo, estaba harta! Son 8 días viajando sola, admiro profundamente a las viajeras que os vais solas durante meses, me quito el sombrero de verdad.
Sé que alguna «indecisa» se está pensando probar a viajar sola con este empujoncito, y eso hace que le dé un sentido mejor a lo que hago. Y, como dice una amiga, para las lenguas afiladas, que se mueran los feos! 😜