Día 10: Cartas de mamá
Queridas niñas, tanto escribir en todas partes y todavía no había hecho lo más importante. Cuando me separé, hace 4 años ya, mi primer viaje sola fue a Amsterdam. Allí decidí, en la casa de Ana Frank, escribir a las mujeres que seréis desde todas partes del mundo, para que un día me contestéis desde aquí cuando seáis mayores.

En esa casa hay una foto del padre, fue lo que más me impactó de la visita, él hizo lo imposible por salvar a su familia, encerrándola durante años, y al final fue el único superviviente.

En la foto está apoyado en una columna, mirando a la nada, y yo decidí que pensaba que, por más que hagas por salvar a un hijo, el destino no puedes evitarlo. Y que encerrarte no te salva, pero menos aún encerrar a otro.

Allí mismo empecé a escribiros cartas que después habéis recibido desde Nueva York, Tailandia, Viena, Copenhague, Eslovenia, Burdeos, Lisboa, San Francisco.. Para un día devolvérmelas desde esos lugares.

Yendo con Amanda por París hace unos meses, me dijo que ya que estábamos juntas en ese viaje, que porqué no escribíamos a un extraño para animarle a ir a París. Vaya dos locas estoy haciendo, y cómo me gusta.

En esas cartas os cuento mi momento y hago cábalas sobre el vuestro, os «alecciono» un poco sobre ser mujer, ser libre y quereros a vosotras mismas. Qué voy a hacer, soy vuestra madre, no os deseo cosas por las que yo he pasado.

Y, a la vez, os las deseo todas, hasta las menos buenas…porque esas os harán crecer y ser quien quiero que seáis. No se llega a ser uno mismo si no te pasa nada. Jugaros la vida por lo que creáis y améis, por nada más. Y procurar no perder el norte por el corazón, aunque sé que es imposible. Llorar lo que tengáis que llorar y salir a por más vida, más sentimientos, más novedades. No dejéis que el miedo os paralice para hacer nada, enfrentarlo y ser valientes, es lo que más rica va a hacer vuestra vida.

Y seguir la intuición, es un gran regalo que hay que educar y mimar, no os va a llevar a ningún sitio malo. Si os caéis, os levantáis. Siempre tendréis una mano amiga.

Igual venís a Bali a buscaros, deciros que para eso es bueno cualquier sitio, y que siempre podréis pasar una tarde conmigo para ayudaros. Pero que si lo hacéis, si venís, despertaros a las 5 de la mañana con los gallos y me escribís, como yo hoy. Y después ir al mercado de Ubud, ver cómo lo montan, es mejor que lo de después, que es sólo regateo. Pero regatear y compraros un vestido, claro!

Y desayunar bien para ir a ver arrozales, a ser posible alejaros de los turistas un poco, sentaros a mirar la vida, daros un masaje o hacer yoga. Acercaros a las islas Gili, alquilar una bici y ver el atardecer escuchando música. Y sentir que todo está bien como es. Que no os falta nada, ni os sobra. Bueno, si, una linterna..

Si os gusta escribir, la música, leer y hacer fotos no os vais a aburrir nunca, lo sabéis? Y podréis estar solas en todas partes sin sentiros mal.

Estas cartas espero sean una motivación más para viajar, aunque el gen ya me estoy encargando yo de que lo tengáis y creo que ha hecho mella en las dos.

Viajar solas, con amigas, enamoradas, conmigo..pero viajar siempre. Os dará una pátina diferente a las demás, os hará independientes, curiosas, libres y más cercanas a vosotras mismas. Bonitas ya sois por fuera, pero lo importante es serlo por dentro.

No juzgaréis a la ligera a nadie, porque sabréis que no hay verdades absolutas, que lo que es cierto aquí, allí no lo es. Os reiréis hasta de vuestra sombra porque os sabréis entretener solas.

Viajar. Por favor, viajar y leer, yo habré cumplido mi papel si consigo ambas cosas. Espero vuestras cartas.

Con cariño

Una mamá que viaja sola