Día 5: Me he estado fijando en las mujeres que viajan solas que he encontrado hoy. Bali es un destino muy de enamorados, lunas de miel… Pero también de fiesta de australianos y de un fenómeno que vamos a llamar «Come, reza, ama» porque a raíz del libro viajan muchas mujeres, sobre todo me dicen mis anfitriones que newyorkinas, buscando a Javier Bardem. O en su defecto, un sucedáneo. Yo en este momento de mi vida, y sabiendo bien lo que es encontrar el amor viajando, creo que cedo mi puesto. Nadie te cuenta lo que pasa después con los problemas culturales, pero esa peli yo ya la he visto. Aunque qué más da a veces quererse «Para 3 días de agosto o 3 años del siglo XXI» como he leído en algún sitio, hay que vivir lo que te llega sin ponerle barreras, sino se pierde la vida uno por idiota.
Así que, mientras no toque lo contrario, mi cámara me acompaña, junto a un cuaderno y un libro. Teniendo eso no me puedo sentir mal nunca. La literatura me está salvando una vez más de sentirme sola, es cierto que leyendo ya no lo estás, convives con personajes increíbles que a veces ocupan tu pensamiento más que otros personajes reales.
Sentirse sola en ocasiones no es fruto de estar sola, puede pasarte rodeada de gente, o peor, con una sola. Hay gente capaz de hacer sentir frío por dentro a los demás. Esta soledad de estar contigo es otra cosa, es agradable incluso. No sólo no he discutido conmigo sino que no lo he hecho con nadie y he decidido lo que me ha dado la gana en todo momento. Mido mis tiempos y mis apetencias. Siento que suelto de verdad, que aprendo y crezco gracias al viaje.
Si es verdad, como decía el poeta, que son tus pasos el camino, hoy hice 20 kilómetros de camino. Me sorprende, es algo que no hago más que de viaje. Y andando ordenas pensamientos, así que le estoy dando un buen repaso a mi vida, tiempo tengo. Mirarte de lejos te hace sentir más cerca de ti y de vez en cuando es muy sano dejar el ruido de la vida diaria, pararte delante de ti y decirte cuatro cosas.
Bali, alojamiento Airbnb Villa Cosmopolitan en Seminyak, Thomas y Winnie son anfitriones encantadores con una casa maravillosa, te facilitan alquiler de coche con conductor para excursiones y te hace un café cada mañana, merece la pena.