Valiente viajera. Espido Freire

Hoy tenemos una entrevista de lujo, contar con un Premio Planeta no es algo con lo que soñáramos hace 3 meses, cuando nació el proyecto, pero Espido Freire sobre todas las cosas es una mujer independiente, fuerte y muy interesante, y ha querido contarnos su experiencia, que igual puede ayudar a otras mujeres.

No dejéis de seguirla, siempre cuenta cosas que merecen la pena y es muy activa en Facebook e Instagram.

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– En tu blog hablas de que una mujer antes no viajaba sola jamás, por razones como las apariencias, la moral, la dependencia económica, ¿Crees que alguna de esas razones siguen estando vigentes todavía hoy en día?

Siempre hubo limitaciones a la movilidad de la mujer, sobre todo si estaba soltera. En España, por ejemplo, salían acompañadas incluso a la iglesia, para proteger su reputación. Su lugar estaba en la casa, y solo en caso de extrema necesidad se les permitía trabajar. La idea de viajar por placer era inédita en una sociedad en la que los lazos familiares y locales significaban la supervivencia, y en que las mujeres viajaban para casarse y los hombres a la guerra, o en la emigración. No olvidemos tampoco cuestiones como lo peligroso de los viajes, las vestiduras femeninas, completamente inadecuadas para desplazarse, o el que se las educaba para ser responsables del cuidado de otros, y para el miedo a lo desconocido. No es de extrañar que la inmensa mayoría de las mujeres no viajaran ni desearan hacerlo. Ahora, ocurre por causas diferentes pero relacionadas con el pasado. Por un lado, resulta innegable el que existen países desaconsejados para que una mujer los recorra sola. Tampoco son muy recomendables para un varón solitario. El resto de las razones tienen más que ver con miedos y con limitaciones personales que con la realidad. 

– Sabemos que nos siguen muchas mujeres a las que les gustaría dar el paso de viajar solas pero por miedo, o por las apariencias no se atreven a dar el paso.  ¿Qué consejos les darías para que diesen el  primer paso y salieran en busca de esa experiencia viajando sola?

Un viaje no es un viaje si no sale de un mundo y se llega a otro. Hay gente que viaja a otro país, pero que en realidad no se ha movido; ha continuado hablando el mismo idioma, con su pareja, familia, o amigos, añorando la comida de su país, o sus costumbres, sin conocer el entorno y sin aprender nada sobre ellos mismosYo recomendaría a toda mujer que desee crecer y saber algo más de ella, que tenga que afrontar un cambio de vida o tomar una decisión importante que se vaya sola a un viaje. No tiene por qué ser largo, ni caro. Que no llame demasiado a casa, que mire alrededor y se sumerja en otro entorno. Las conclusiones pueden ser sorprendentes. Otros consejos son que simplifique todo lo que puede, que se deje hacer lo que desee, y que tome fotos y alguna nota de vez en cuando.

 – Para muchas mujeres el viajar sola no es una elección, existen circunstancias que las «obligan» a elegir entre no viajar o hacerlo solas. Si hubieran podido elegir hubieran elegido el viajar acompañadas. En tu caso, ¿Los viajes que has hecho sola han sido por elección propia? 

Algunos sí, otros no. En la mayoría de ellos ni siquiera me lo planteé, eran por trabajo y por lo tanto, no había lugar para un acompañante. Siempre que he podido, he viajado sola, o al menos, he evitado en lo posible un grupo, o un viaje organizado. Va en mi carácter: no me gustan las manías ajenas, no me gusta que nadie tenga que soportar las mías, y en un viaje quiero disfrutar y extraer de esa experiencia todo lo que pueda, no adaptarme a otros. 

 – ¿Algunos de tus viajes sola marcaron un antes o un después en  alguna etapa de tu vida? 

Sí, muchos de ellos. El primero, con 14 años, a Roma, a cantar, inició mi vida de adulta. Ya no hubo vuelta atrás. En otros me he enamorado (en realidad, todos mis amores relevantes los he conocido en un viaje). Tras conocer Noruega en 2000 decidí irme a vivir a ese país. Sí, mi vida ha estado marcada por los viajes y los libros. 

 

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Espido Freire. Viajo sola

– ¿Tienes costumbres recurrentes cuando viajas sola?¿Qué cosas son las que más te gustan hacer viajando sola?

Tengo la baraka en los viajes: he pasado rozando peligros importantes, pero nunca me ha ocurrido nada serio. Soy cauta, pero no pusilánime. Visto de manera discreta, y, si se tercia, como las mujeres de la zona: es más cómodo. Hablo con gente muy distinta, y les hago todo tipo de preguntas, con la excusa de ser una inocente extranjera. Como comida l ocal, tengo mucho cuidado con el agua (fuera de Europa solo la tomo embotellada o hervida), callejeo. Tengo un buen sentido de la orientación, pero siempre llevo un mapa encima. 

 – ¿Qué experiencia o experiencias provocaron una metamorfosis en la vida de Espido, en su forma de ver el mundo? ¿Aparecen esas experiencias en los personajes de  tus libros? 

Puede sonar ingenuo, pero yo no creía en la maldad hasta que la experimenté. Eso ocurrió a lo largo de varios viajes, en mi primer contacto con el mundo adulto. La envidia, la mentira, la falsedad, la competitividad descarnada. Me quedé atónita. No supe reaccionar frente a ello y enfermé. En cierta manera continúo reaccionando casi de la misma manera hoy en día: ese descubrimiento y la aceptación y rechazo de la maldad aparece en casi todos mis libros.

 -Itziar, una de nuestras colaboradoras, tiene como libro de cabecera Melocotones Helados. Ella piensa que  las mujeres de tus libros son mujeres en apariencia frágiles pero fuertes por dentro, con una gran vida interior y llenas de vida, luchadoras y curiosas.  ¿Crees que las mujeres viajeras reúnen esas cualidades?

Muchas gracias, Itziar. Yo creo que hay viajeras que ni siquiera tienen apariencia de frágilidad, y que son auténticos tanques acorazados. Mujeres que nacieron para liderar y mover sus límites más allá de lo posible, increíblemente curiosas y hábiles. Otras no somos así, sino más quebradizas: pero la voluntad de dar un paso más nos une y nos identifica. 

– ¿Consideras tus viajes como una forma de resetearte, de tomar distancia de tu día a día, son  para ti una  forma de recargarte?

Sí, sí, sin duda. De hecho, cuando llevo un par de semanas en casa me falta algo, literalmente: como si me hiciera falta el sol o unas vitaminas. El viaje me permite pensar con distancia, relativizar, y ver las cosas desde otros puntos de vista. Siempre me vienen bien. Al regresar he encontrado otras soluciones, le doy menos importancia a los problemas o, al contrario, se convierten en una prioridad. Cambio los muebles, pinto una pared, o noto que hace mucho que no como naranjas. Es decir, son como un retiro muy poco espiritual y muy productivo. 

 – Cuando viajamos solas muchas personas nos preguntan porque estamos solas, que viajar sola es peligroso, si estamos huyendo de algo, si nos sentimos solas.. ¿Has sufrido este tipo de comentarios u otros en tu entorno?

En mi caso tengo la ventaja de ser escritora: se nos toleran muchas extravagancias que en otros llamarían la atención. En realidad, me animan a contar sus historias o las que vivo, me cuentan anécdotas… no suelen hacerme ese tipo de preguntas. Y si me las hicieran, espero que estuvieran preparados para la respuesta. 

– Cuando viajas sola ¿Qué cosas te llevas siempre en tu maleta?

Antihistamínicos, protector solar, suavina (una crema para labios), una libreta con un boli, l a cámara (ahora el móvil), caramelos y chocolate, cepillos de dientes desechables, un vestido de fiesta de punto de seda que no pesa nada y no se arruga… Me posee un sentido práctico del que carezco en otros aspectos de mi vida. 

– Un sentimiento que defina tus viajes en cada etapa antes, durante y después del viaje

Expectación, inmersión y una ligera depresión a mi regreso. 

– ¿Cuál ha sido el viaje más largo que has hecho en tiempo y distancia?

En distancia he viajado a la Patagonia Chilena, al polo Norte, a Filipinas, a Japón, a Ghana… En tiempo, salvo las temporadas en las que he vivido en el extranjero (una especie de viaje permanente), tres semanas.

– ¿Alguna vez te has tomado o se te ha pasado por la cabeza tomarte un año sabático para viajar sola?

Ay, hubiera querido… de hecho, lo pensé tras ganar el Planeta. Pero era un momento para aprovechar las oportunidades, y trabajar todo lo que pude, y lo pospuse, y luego el momento ya nunca ha llegado. 

– ¿Nos cuentas un olor,  un sonido, un sabor  y un tacto que hayas descubierto en tus viajes?

El olor de las curtiderías de Marruecos, el sonido de los altavoces en las mezquitas turcas cuando llamaban a la oración, el sabor de los oricios crudos en Noruega, y la suavidad de las sedas las tiendas que venden telas para las Fallas en Valencia

– Muchas de las mujeres viajeras que hemos conocido nos han contado que durante sus viajes han descubierto una parte creativa que no conocían y  se han sorprendido pintando, escribiendo, dibujando, componiendo, disfrutando de la fotografía. ….¿Te ha sucedido a ti algo parecido?

Jajaja, no, yo venía creativa de casa… No, yo soy muy parecida de viaje. Ni siquiera me desinhibo más, o hago más el tonto. 

– ¿Qué papel juega la intuición en tus viajes?

Esa sí que me ha asaltado, y a veces, sorprendido. Hago caso a lo que me susurra, se activa de una manera particularmente eficiente cuando estoy fuera. Y cuando la he desatendido, me he arrepentido. 

– Alguna lección que no hubieras aprendido sino hubieras viajado sola?

La capacidad de reacción, y de resolver problemas con el ingenio y la negociación que he descubierto en mí. Escenas inolvidables, escenarios irrepetibles. La vida, en definitiva. 

– ¿Te gustaría participar en un documental sobre mujeres que viajan solas y grabar esta entrevista?

Sí, claro, sería un gusto. 

– ¿Nos recomiendas, por último, un destino para viajar sola que te guste especialmente?

Siempre que puedo me escapo al norte. A Noruega, un país fascinante y aún muy desconocido, y algo menos al norte, a mi tierra, a Bilbao, una buena ciudad para viajar sola, conocer gente interesante y franca, comer de cine, y caminar con los ojos muy abiertos.

Muchísimas gracias Espido!

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Espido Freire. Viajo sola

6 Comentarios Agrega el tuyo

  1. Susana Forteaga dice:

    Que ganas de viajar!

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    1. rosvima dice:

      No pares nunca!

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  2. danikeral14 dice:

    Gran trabajo, muy buena e interesante entrevista

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    1. rosvima dice:

      Muchísimas gracias Dani, por todo!

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  3. Es un placer leer a Espido en Viaje Sola. Muchas gracias por traerla hasta aquí y gracias Espido por tus palabras y por dejarnos asomar un poco a tus viajes en solitario.

    Un abrazo!

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    1. rosvima dice:

      Gracias Andrea, no me canso de leer vuestras experiencias, unas nos alimentamos de otras 🙂

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